Hambre

Si los hombres no lloran,
entonces soy hambre.

6

En la ruleta de la vida
jugaros todo al seis
tres veces seguidas;
jamás perderéis.

XI

Por fin he domado a la fiera.
Ahora cabalgo sobre ella,
y me lleva a donde quiera.

Al mirar

Al mirar tras las apariencias,
tras la estética,
la ética,
la métrica,
bajo la tierra,
lúgubre y tétrica,
polvo de estrellas,
la mismísima mierda.

Honra a tus enemigos,
condenándolos al fracaso.
No les des respiro,
ni les dejes espacio.

TORULF - Vâsterland

Lodo y lana

Afronté al todo
y me quedé con la nada.
Ahora vivo en lo hondo,
pues caí en la trampa,
revolcándome en el lodo,
en la pocilga del alma.
Abrazo a mi lobo
mientras carda la lana,
le digo "estoy solo",
y me canta una nana.

III

Adopta al universo como mascota.

II

Venga a vosotros mi reino.

I

Lamentarse es lamentable.

Noche

Noche de terciopelo,
que me sostienes en tu pecho
y me elevas por los cielos:
Envolviéndome en tu velo
me acaricias con tus dedos,
me amamantas con tu seno,
me recuestas en tu lecho,
y me arropas con el sueño.

Dignidad

La interminable enseñanza,
el inexorable paso del tiempo,
el valor de la esperanza,
y este apabullante sentimiento.

Criatura de mis amores

Mi bestia querida,
¡cómo te adoro!

Me encanta la manera
en que cuidamos el uno del otro.

Tú me lames las heridas,
y yo de protejo de todo.

Ni cosquillas

Hay quien pretende ser hiriente,
y no puede hacerte ni cosquillas
con el filo de sus dientes.

Atrapados

Mosquitos atrapados por arañas.
Arañas atrapadas por lagartijas.
Lagartijas atrapadas por ratones.
Ratones atrapados por zorros.
Zorros atrapados por humanos.
Humanos atrapados por humanos.

Desintegración

Sólo deseo que la gran bestia me despedace y desintegre desde dentro.
Que la humanidad, que como gangrena ha ido creciendo en mí desde el día en que nací, se derrita como cera con el calor vital de mi bestia interior.
Que su figura como hierro candente, surja orgullosa bajo los despojos de quien creí ser.
Que sólo deje de mí los restos esparcidos por el suelo, para contemplarlos con el sereno deleite y gozoso candor de quien rompe los barrotes de su jaula y se libera al fin.

Ave Lucifer. Señor del intramundo.

XV

Se remueve.
Se despereza.
Siento su suave aspereza.
Sus párpados se abren.
Me mira y atraviesa.
Mi bestia aviesa.

Tormento

Es fácil estar en paz cuando todo está tranquilo.
Lo difícil es mantener la calma en medio de la tormenta.
Ese es el verdadero reto.
Me gusta la tormenta que me propones, y que me la arrebates la convierte en un tormento, pero al fin y al cabo todo es parte de la misma tempestad.
Y no hay nada como mirarla directamente a los ojos.
¡Aquí estoy! ¡Ven a por mí!