sábado, 18 de abril de 2020

Servidumbre voluntaria

¡Qué bien obedecen los siervos!
Míralos reclamando mejoras y reformas a sus amos.

jueves, 9 de abril de 2020

The Mask

The Mask (la Máscara), es un largometraje dirigido por Chuck Russell, en el que se aborda uno de los elementos (a mi entender) más interesantes de la magia: la posesión.
Standley Ipkiss, el personaje principal interpretado por Jim Carrey, es un tipo inmaduro, pusilánime y meapilas, que se deja manipular y pisotear por la gente de su alrededor. Durante una noche desastrosa en la que todo le sale mal, Ipkiss encuentra una extraña máscara de madera flotando en la orilla del río.


La falta de confianza en sí mismo, su controlada y reprimida insatisfacción personal, su incapacidad para cambiar su propia vida, la falsa subordinación con la que consiente las humillaciones de los demás, es decir, todos aquellos atributos que lo convierten en un don nadie, se hacen añicos en cuanto se coloca dicha máscara. De este modo, el protagonista se transforma en cuestión de segundos, en un ser caótico, bromista y truhán, provisto de poderes mágicos que no duda en utilizar. Una entiedad de atenuada maldad que como un huracán arremete por donde pasa, vengándose primero de aquellos que lo importunaron o se aprovecharon de él, y satisfaciendo después todos sus impulsos y deseos al fin desatados.
Más tarde, a través de un psiquiatra especialista en máscaras, Ipkiss descubrirá que el fetiche es una reliquia muy antigua, aparentemente una representación de algún dios de la mitología nórdica, posiblemente Loki. Al escuchar el mito acerca de cómo el semidios fue derrotado y desterrado por el resto de los dioses, Ipkiss llega a cuestionarse la posibilidad de que el propio Loki pudiese haber sido encerrado en la máscara.
Un detalle curioso de la película que cabe destacar, es que el actor Jim Carrey, en contadas ocasiones mientras lleva puesta la máscara, mira y habla directamente a la cámara, como si se dirigiese a los espectadores. ¿Se trata de Loki hablando con Ipkiss? ¿Quizá la percepción de Ipkiss se ve ampliada más allá de lo normalmente perceptible? ¿Acaso Ipkiss (o Loki) toma consciencia de ser el protagonista de una historia observada por terceros?


La mayoría del cine que aborda la temática de la posesión, lo hace desde un enfoque negativo, supersticioso, y muchas veces moralista. En estas películas, los personajes posesos son presentados a menudo como víctimas, poseídos contra su voluntad por entes malvados cuyo único propósito parece ser el de atormentar y torturar a aquellos a quienes poseen, y que suelen acabar condenados a terribles secuelas físicas y psicológicas, o bien salvados por creyentes fieles al cristianismo o al islam, a través de ritos religosos de exorcismo.
En cambio, The Mask ofrece a los espectadores una visión diametralmente opuesta de la posesión; ya que el protagonista es poseído no sólo en y a conciencia, sino que además (atención spoilers), gracias a estas experiencias acaba convirtiéndose en un tipo con agallas, ingenioso y seguro de sí mismo.
Resulta paradógico que, siendo "The Mask" una comedia hasta cierto punto disparatada, consiga tratar el tema de la posesión con mayor rigor y profundidad que la mayoría de películas de los géneros de terror y psicológico, que a menudo, pese a ser presuntamente serias, resultan más bien irrisorias.