viernes, 4 de septiembre de 2020

Egregores

Se habla mucho de los egrégores en redes sociales y círculos esotéricos. Pero poco o nada se habla de los más esquivos entre ellos, aquellos que ejercen un mayor control, más directo e inmediato sobre las personas, y que para colmo, son los más difíciles de identificar.
Pese a tratarse generalmente de pequeños egrégores, pueden ser capaces de subyugar a sus portadores. Estos son los que deberían ser enfrentados y derrotados antes que cualquiera de los egrégores masa de los que tanto se debate y habla, a los que es imposible vencer a través del enfrentamiento directo.
La destrucción de una de estas entidades menores supondría para su destructor el fin del influjo que los más grandes y poderosos egrégores ejercían sobre su vida.
Al mismo tiempo, todos estos egrégores de masas dependen de la existencia de sus inferiores para existir, pues son quienes los sostienen a lo largo de los siglos.
Los egrégores a los que me refiero, son engendrados y alimentados por la energía psíquica de las personas que nos rodean (padres, hermanos, profesores, compañeros de clase y del trabajo, amigos, jefes...),
crecen año tras año, se nutren de los miedos e inseguridades, de la tristeza, la insatisfacción, la desidia, las esperanzas, y anhelos, todos ellos heredados.
Sólo cuando la sinceridad y la voluntad genuinas comienzan a despertar, sólo cuando el deseo de liberación y transformación interior comienzan a brillar, uno puede descubrir a ese egregor en su interior, bien enraizado a su pedestal.

Su nombre está oculto en la palabra "egregor" de la misma manera en que éste se oculta en las personas.
¿Sabes ya de qué te hablo?

martes, 1 de septiembre de 2020

Ensoñaciones

A ciertas personas les gusta dar órdenes. Sueñan con ser jefes y tener súbditos a sus órdenes. Mas, si no son dueños de sí mismos, ¿cómo van a poder realizar sus sueños? ¿Cómo podrían, entonces, llegar a ser líderes?
Es por eso que reproducen esas actitudes: tratan de emular una ensoñación. Prefieren la sensación momentánea e ilusoria a luchar por hacer realidad su voluntad. Pretenden demostrar estar por encima, debido a su enorme complejo de inferioridad. Necesitan sentirse grandes precisamente por su pequeñez.