Sueños repletos de violencia, sexo y amor; aunque no siempre, a veces elegantemente mezclados. Despierto por la noche rebosante de poder, vibrando en un éxtasis calmo. Salgo de la vieja caravana para orinar; me siento como una bestia salvaje bajo el oscuro cielo repleto de estrellas. El sonido del río lo envuelve todo, el viento agita las ramas de los arboles y la emotividad. Las noches me relatan lo que las horas de trabajo diurno silencian.
Saint Jean de Muzols. Francia.
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