martes, 24 de agosto de 2021

El Cuento del Lobo

Cada vez que algún aldeano caminaba por las inmediaciones de la colina, se escuchaba la voz de alguien que gritaba desde lo alto del montículo: "¡Qué viene el lobo!". Aunque eso mantuvo a los curiosos alejados de aquella zona durante años, con el paso del tiempo, aquellos chillidos terminaron por no asustar a nadie.
Un día, la voz sonó más fuerte, estridente y terrible que nunca: "¡El lobo ya está aquí!". La voz gritó y gritó, hasta desgañitarse. Esta vez todos los aldeanos corrieron aterrados a encerrarse en sus casas. Pero con el paso de los días, las semanas y los meses, nadie había visto ni rastro del lobo; aunque de vez en cuando se escuchaban los gritos de alerta que llegaban desde el otro lado del pequeño valle: "¡No salgáis de casa!, ¡el lobo todavía ronda por aquí!".
Un día, alguien se atrevió a salir de su choza, y cruzó la aldea. Caminó y trepó pendiente arriba por el montículo, hasta llegar a su parte más alta. Lo que allí descubrió lo contó a todo el mundo en cuanto regresó al poblado.
Ahora todos saben la verdad, el lobo existe. Es un viejo lobo, triste y decrépito, que se aferra desesperadamente a su puesto por miedo a que lo destierren.

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