martes, 14 de febrero de 2023

Lloutuvers

 Dadme respuestas a todo sin saber de nada.

Cara iluminada y cara oscura

En la cara iluminada los humanos salen al exterior,

se envalentonan, gritan, trabajan, se activan y actúan.

En la cara oscura se refugian,

temen, se silencian, descansan, duermen y sueñan.

De día se creen grandes, de noche se humillan.




The Golden Bough - Aural Magick


Destructores

Los engendros infestan el multiverso.

La prole nada crea, salvo a nuevos engendros.

Nada sale de ellos más que nuevos destructores.

Pueden tomar una semilla y enterrarla en el suelo.

Pero no son ellos quienes hacen germinar la simiente.

Sin embargo tienen una gran habilidad para servirse de las cosas

para desordenar, destrozar, pulverizar, reducir a cenizas.

A modificar y moldear la materia lo llaman crear.

A construir ciudades y fabricar máquinas lo llaman progresar.

Tras desequilibrar las cosas, llegan aquellos que se llaman equilibradores,

a generar millones, o mejor dicho, imprimirlos.

Prole, simple y llánamente.

Cuando la prole desordena, su madre trata de ordenarlas.

Cuando los engendros destrozan, no hay madre que pueda recomponerlas.

Pero la inmensa y negra madre los nutre, los alimenta, los hace crecer, y los deja morir,

serena, silenciosa e impávida.

Los dioses son como los hombres:

engendros.

Salvo que elevados a la máxima potencia.

Sin límites, su destrucción es ilimitada.

Su campo de tiro, su sala de bailes, es el multiverso.

Si no han destruido todavía el frágil equilibrio que mantiene la vida,

si no han hecho volar en millones de fragmentos este planeta,

será porque se ven reflejados en los seres humanos.

Supongo que los inspiran cierta compasión.

Imagino que ven a los humanos como a una réplica de sí mismos a escala infinitesimal,

de su sino, de su propio hacer, de su inevitable acción...

de destrucción.