martes, 3 de diciembre de 2019

Cuencos y cañas

Los humanos, como el resto de animales, nacemos como cuencos vacíos o cañas huecas. Mas, al comer el "fruto del conocimiento", dioses, espíritus y demonios comenzaron a llenar nuestro espacio vacío con su esencia, haciendo sonar su música a través de nuestro espacio interior.

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