lunes, 20 de enero de 2020

Entretenimiento

El mundo, este mundo que habitamos y del que somos parte, es para los dioses una genial forma de entretenimiento, pues nos observan con interés y dentenimiento.

A veces se apasionan con nuestros romances, se emocionan con nuestras aventuras y desventuras, o se ríen o enfurecen por nuestras decisiones. Pero los dioses son mucho más que meros espectadores de nuestras vidas, y a veces no pueden (o no quieren) evitar entrometerse en nuestros asuntos.

Quizás, los denominados milagros, aquellos hechos extraordinarios e insólitos que no parecen tener explicación lógica alguna, son apenas pequeñas intromisiones de los dioses en nuestras historias personales, aquellas que conforman nuestra historia colectiva como humanidad.

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